Poder conversar con extranjeros en otro idioma está cada vez más al alcance de todos. Factores como la globalización o la necesidad impuesta por el mercado laboral, suponen un esfuerzo añadido por el que hay que apostar por salir fuera de las fronteras de nuestro país.

Empresas como GMR organizan cursos y campamentos en los meses de verano, único momento del año en el que lo que sobra es tiempo. En esta modalidad estival existen variantes para todos los gustos y necesidades. Lo importante, pues, es saber cuál es, entre todos ellos, el que más le conviene a usted o a sus hijos.

La mayor parte de las organizaciones más importantes están agrupadas en ASEPROCE (Asociación Española de Promotores de Cursos en el Extranjero), única organización del ramo en España.

Sus asociados pasan una serie de controles legales de calidad, con la obligación de presentar buenos colegios nacionales y extranjeros, una antigüedad mínima, estudio de sus instalaciones; en defintiva, una serie garantías que aporten seriedad como valor añadido.

Los expertos aconsejan pasar mínimo unas semanas en un país anglosajón como la mejor manera de involucrarse con un idioma. La novedad se encuentra en la imposibilidad de relacionarse en la lengua materna (a elección propia) y los pequeños retos del día a día hacen de estas semanas un auténtico curso intensivo para quienes lo viven.

Ante todo, confianza

La certificación de estar incluido en ASEPROCE aporta fiabilidad, en contrapartida al temor generalizado a que, una vez allí, no se ofrezca lo prometido. Afortunadamente, el sector se encuentra en un momento de buena salud que garantiza una respuesta profesional y sólida a la demanda del mercado.

La media de denuncias anuales tramitadas por esta última organización es practicamente nula, a diferencia del número total de viajes contratados.


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