Cómo llegar


Antes de viajar a Australia debemos enterarnos bien de las restricciones. Su medio natural endogámico hace que la entrada de productos alimenticios u objetos fabricados con materiales orgánicos esté muy controlado. No será raro que nos realicen una entrevista sobre el objeto de nuestra estancia y la ruta a seguir comprobando nuestra reserva en los hoteles.

También tendremos en cuenta que observarán nuestro historial con la justicia en nuestro país de origen y que algo más que una multa por exceso de velocidad nos puede ver sometidos a un escrutinio más riguroso.

Existen varios medios de transporte por los que podemos llegar a Melbourne.

En Avión

Debido a las grandes distancias con las que nos podemos topar en Australia es la forma más sencilla, barata y popular de arrivar a la “capital of cool” o “capital de lo guay”. El Aeropuerto de Melbourne o de Tullamarine localizado a una veintena de kilómetros al noroeste de la metrópolis es el más usado tanto en vuelos nacionales como internacionales. Dispone de cuatro terminales, de las cuales la terminal 2 es la dedicada a vuelos internacionales.

El taxi desde esta terminal al centro implica una media hora y nos costará cerca de 50-65 dolares australianos o lo que es lo mismo, entre 30 y 40 euros a cambio actual (enero 2016). Otra opción más económica es el servicio regular que es el más barato pero también el más lento (en torno a 90 minutos). El Shuttle Bus que fleta Greenbus vale unos 14 dolares australianos. Skybus, que sale de las terminales 1 y 3 y vale 18 AU$ y tarda bastante menos.

El Aeropuerto de Avalon es el segundo en importancia en la ciudad. Localizado en el sudoeste de Melbourne, lleva los vuelos low-cost de la línea aérea Jetstar. Sus 55 kilómetros de distancia al centro hacen que la opción del taxi sea bastante prohibitiva, unos 100 dolares australianos. SITA autobuses nos puede llevar al centro por 20 dolares o directamente a nuestro por un módico suplemento.

En ambos aeropuertos es posible alquilar un coche en algunas de las empresas de alquiler de vehículos. Si nos decantamos por esta opción es recomendable echar un ojo a las condiciones para conducir por Australia.

En Tren

La Southern Cross Station es la principal estación de la ciudad. La podemos encontrar en el extremo oeste del centro de Melbourne, en la calle Spencer. Hasta aquí llegan y desde aquí operan las conexiones férreas con otros puntos de la provincia o del país.

Los trenes regionales son llevados por la V/Line que alcanza de manera asidua los núcleos urbanos cercanos como Geelong, Ballarat, Albury o Bendigo entre otros destinos. La NSW TrainLink rueda un par de veces a la semana entre Melbourne y Sidney tardando 11 horas. La Great Southern Railway hace lo mismo con idéntica frecuencia pero con Adelaide.

En Coche

Puede convenirnos primero comprobar que cumplimos los requisitos para conducir. Las distancias a las grandes ciudades limítrofes con Melbourne son muy grandes y alcanzan fácilmente para una travesía de varías jornadas. Si nos gustan este tipo de viaje existe una carretera que bordea la costa durante miles de kilómetros pasando por Sídney y Brisbane. Si nos interesa llegar cuanto antes tomaremos la autopista.

En Bus

Como en el resto del país las principales empresas de autobuses son Greyhound y Firefly Express para los interregionales. Para los desplazamientos dentro de la provincia de Victoria disponemos de los autocares fletados por V/Line.

En Barco

Las distancias en barco son lentas y costosas por lo que no se hacen de forma asidua salvo la parada de algunos cruceros de recreo. En este sentido es una excepción el ferry que conecta con la vecina isla de Tasmania. Este medio de transporte para moverse o venir de la ínsula.

El Spirit of Tasmania leva anclas cada día desde el puerto de Devonport en Tasmania hasta el puerto de Melbourne y en sentido contraria. Tarda unas 11 horas en realizar el trayecto y puede transportar tanto coches como personas. El pasaje cuesta unos 100 dolares australianos a los adultos.